Caía la tarde para mi y para ti
y sin saberlo tu, estabas ahí
tan cerca y tan lejos a la vez
llegaste con tu sonrisa
esa misma que al piel me eriza
esa dueña de mi sentir... la misma
Te posaste como mariposa en flor
o como roció que a la hierva cae
sobre un banco que nuestro amigo te ofreció
fue tan bello el momento que Dios lo contemplo
sentado en su trono, me miro y sonrió...
La larga cabellera que de tu cabeza se desploma
como agua que se robo de la noche el color
soltó a propósito su aroma
quizá ellos, ya saben que te quiero...
y entre su ensortijada forma
tejan mis anhelos y mis luciones
en alguna trenza infinita que baila mientras caminas
Creo que fue a las dos
o tal ves un poco mas
pero ese tiempo ahora es testigo
de lo que aquí en estas lineas
con emoción yo describo.
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